Reutiliza siempre, si no es posible, entonces recicla siempre.

Reutiliza siempre, si no es posible, entonces recicla siempre.
Recicla siempre el vidrio, el papel y cartón, y el plástico que no puedas reutilizar de ninguna manera.
En Colombia solo se recicla el 16,5% de las más de 12 millones de toneladas de residuos sólidos que produce anualmente.

Así que si estás en ese momento de replantearte algunos hábitos y cuidar mejor tu trocito de planeta , te proponemos un plan en 10 pasos sencillos y efectivos:

(1) Pásate al movimiento CERO residuos (Zero Waste)

Minimiza al máximo los residuos que acaban siendo basura en casa.

Y basura se entiende que es todo aquello que no se puede reutilizar de ningún modo, que no puede ser compostado (restos orgánicos), ni reciclado, por lo que acabará necesariamente en un vertedero.

Además deberías compactar al máximo la basura (existen ya compactadoras de basura domésticas bastante asequibles, aunque también puedes hacer muchas cosas manualmente como aplastar las latas).

¿Por qué? Porque así cabrá más basura en una bolsa y por tanto más bolsas en un camión, menos viajes de transporte, menos petróleo, menos contaminación, etc, etc.

(2) Adiós al usar y tirar

Usamos tantas cosas de usar y tirar sin darnos cuenta… Un ejemplo simple, las servilletas de papel.

Está más que demostrado que se gasta mucha menos agua y recursos utilizando servilletas de tela que no de papel, que además solemos despilfarrarlas como si nada.

Los porta bocadillos o bolsitas porta-snacks reutilizables y lavables son también una forma alternativa y muy ecológica de prescindir de los envoltorios de usar y tirar.

(Este modelo y otros más están disponibles en el Atelier del blog De mi casa al mundo.com en la sección de hogar natural.)

(3) Reutiliza o Recicla
Reutiliza siempre, si no es posible, entonces recicla siempre.
Recicla siempre el vidrio, el papel y cartón, y el plástico que no puedas reutilizar de ninguna manera.
En Colombia solo se recicla el 16,5% de las más de 12 millones de toneladas de residuos sólidos que produce anualmente.

(4) Di adiós al plástico
Lo más sensato es no comprar envases de plástico, o los menos posibles.
A veces es tan sencillo como hacer un cambio de concepto. Por ejemplo ¿qué pasaría si cambiamos el bote de gel de baño por una pastilla de jabón?
No solo son menos gramos de plástico que acabarían en los vertederos del mundo, sino que necesitas menos cantidad, pues dura mucho más, y tu piel recibe menos químicos.


Porque si apuestas por jabones artesanos y ecológicos, tu piel se ahorra la exposición a colorantes, perfumes artificiales, parabenos y conservantes en general.
Y si todavía no estás concienciado/a con la necesidad de reducir el plástico en tu vida, da un vistazo a las islas de plástico del Pacífico, a ver qué te parecen.
Más que islas, las están empezando a llamar el séptimo continente, ¡hay una que tiene más de 1.400.000 km cuadrados! Y todas están formadas por plásticos que han acabado en el mar y que las corrientes han llevado hasta ese lugar, y al ser nanopartículas que se han ido fragmentando, la contaminación es mucho más catastrófica, puesto que acaba llegando a nuestros platos.

(5) Haz un buen uso del papel
El papel, como el agua, es un bien escaso y hay que sacarle el máximo rendimiento, así que ¡no tires nunca un folio o cuaderno que pueda ser aprovechado!
Con los folios impresos que tienen la cara de detrás en blanco, recórtalos y hazte pequeños cuadernillos para tomar notas o para que dibujen tus peques. Es tan sencillo como grapar un montoncito de hojas por el borde. También puedes pasarte al papel piedra, ese papel 100% biodegradable, que está fabricado sin agua, sin cloro y con restos minerales de las toneladas de residuos de las minas. ¿No te parece una pasada?


(6) Vuelve a las plazas de mercado a comprar
Con las grandes superficies comerciales que importan productos de todo el mundo, hemos perdido de vista lo importante y ecológico que es consumir los productos de temporada ¡y de nuestra zona!
¿Tienes idea de la cantidad de recursos energéticos que implica, y por supuesto la contaminación que provoca, que te comas una manzana de EEUU o de Europa?
¿Y sabías que solo el 98% de las manzanas que se consumen en Colombia son de fuera? ¡Solo el 2% es producción local! ¿No te parece vergonzoso con la rica fruta que tenemos aquí?





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